Seguridad vial: los retrovisores

Llevaba tiempo queriendo escribir una entrada sobre seguridad vial (recuerdo que hace un tiempo hice una de las rotondas) sobre los intermitentes. Pero la semana pasada presencié un hecho que me dejó en tal estado de shock que antes de hablar de los intermitentes os tengo que hablar de los retrovisores.

Los que cogemos el coche a diario sabemos que en la carretera podemos encontrar generalmente 3 tipos de personas: la gente normal y corriente, los lobos que se dedican a ser más que tú simplemente por picarse y la gente que se piensa que van solitos por la carretera.

Si nuestro código de circulación obliga a llevar 3 retrovisores (creo que obligatorios son dos por ley, ahora mismo no recuerdo), pues digo yo que será por alguna razón. Más que nada se tienen que ir mirando para ver si la maniobra que quieres realizar la puedes hacer sin perjudicar a otro conductor. Bueno vale, más de una vez he visto a alguna señora usando el retrovisor interior para pintarse los labios... pero os juro que yo nunca lo he hecho.

Bien, a lo que iba, la carretera es una jungla. Muchas veces prevalece la ley del más fuerte, del que tiene un coche más grande, un coche más potente, o un camión! porque hay que ver a algunos camioneros, les gusta sentirse por encima del bien y el mal, atemorizando a los conductores de turismos.

El jueves pasado salía yo de trabajar y me disponía a ir a mi humilde morada a ponerme el bañador para irme a la piscina. Cuando yo salgo de trabajar la carretera va a tope de gente. No entiendo como la gente se puede estresar tanto en el volante y tener tantas prisas, si hay que esperarse un poco pues se espera, que no se acaba el mundo. El caso, es que iba yo por la autovía de 3 carriles por el carril central adelantando a un camión (suerte que estaba en ese carril), cuando llegamos a un carril de aceleración para incorporarse a la autovía.

La autovía iba a tope, y el conductor de dicho carril (que tiene que ceder el paso) decidió ser más chulo que nadie y meterse en la autovía. Aquí no puedo decir si es que no miró por los retrovisores o calculó mal. Entró en la autovía cuando pasaba un coche, y claro, este coche lo arroyó. Hubo un choque muy aparatoso y los coches empezaron a moverse sin ningún tipo de control, lo que hizo que uno de los coches impactara con el coche que tenía yo delante. De repente vi como el coche que iba delante mío perdía el control y a su vez impactaba con una moto. Yo, que íbamos por autovía, empecé a apretar el freno bien fuerte y a reducir de marchas mientras notaba como las ruedas pasaban por encima de los trozos de plástico que se habían roto del coche de delante y oía mis ruedas chillando desesperadamente.

Mi instinto fue ponerme rígida en el asiento y apretar muy fuerte la boca (yo solo padecía de morderme la lengua con el impacto). También estaba esperando el choque por la parte de atrás y aún no entiendo cómo el de atrás no colisionó conmigo. Total, que mi coche se paró a un palmo del coche de delante... cuando lo pienso se me pone la carne de gallina!

Y es que en un momento vi cómo la "rutina" a la que estoy acostumbrada se alteraba completamente. Cristales, choques, coches rotos, un motorista que había salido volando... Afortunadamente tanto las personas que iban en los 3 coches cómo el motorista sólo sufrieron heridas leves, no hubo ningún herido grave (todavía no entiendo cómo no paso nada más grave).

A mi el susto se me fue al cabo de unas horas. Tuve muchísimo dolor de oídos durante una hora aproximadamente, debido a lo fuerte que apreté los dientes esperando el impacto y dolor de cuello por la tensión acumulada.

Así que por favor, los retrovisores están por algo en los coches... No entiendo a la gente que conduce tan a la ligera sin pensar que todos los actos y decisiones que tomamos en la carretera tienen su repercusión!

¿Algún percance por culpa de los retrovisores?

Un besazo y mil gracias por leerme!!!