El día del Pilar

Como sabéis las que pasáis por aquí con asiduidad no soy creyente, pero como una buena maña, corre por mis venas la sangre aragonesa que hace que se me erice la piel cuando veo a la Virgen del Pilar. Quizás ha sido por la tradición de familia, por el amor al Pilar que me han inculcado desde pequeña, pero es el único símbolo religioso con el que tengo un poco de fe.

Seamos sinceros, no espero que la virgen me solucione la vida, ni le hago oraciones, ni rezos ni rituales, ni mucho menos, pero tener una virgen del Pilar en mi casa no me molesta como lo haría otro símbolo religioso sino que me da paz y tranquilidad.

Desde que tengo uso de razón en la mesilla de mi habitación siempre he tenido una Virgen del Pilar. Tuve una que la pobre salió volando varias veces accidentalmente, y mi padre tuvo que  pegarme un par de veces el mármol hasta que la reemplacé. Cuando hice la matrícula en la universidad y tuve plaza en la residencia, una de las cosas que mi madre me compró fue una Virgen del Pilar pequeña para ponerla en mi mesita. Pasé por la residencia, luego por un piso compartido y ahora en mi piso actual y ella sigue conmigo, fiel a mi mesita.

Desde que me saqué el carnet de conducir, lo primero que le pedí a mi mejor amiga que vive en Zaragoza fue que me trajera una medida de la Virgen del Pilar (la típica cinta que llevan el 99% de los coches aragoneses) para colgarla en el retrovisor. Desde el viernes en el retrovisor también hay un ambientador de la Virgen que me regaló J, que compró en una venta solidaria. Había varios santos y el pobre me dijo, te he comprado este porque sabía que los demás te negarías a ponerlos.

Pues eso, que me gusta el día del Pilar, porque era el santo de mi abuela y este es el primer año que no podemos disfrutar con ella. Porque desde pequeña nos juntábamos toda la familia para comer mientras veíamos de fondo la ofrenda a la virgen, esa ofrenda que a mi abuela tanto emocionaba. Porque a la hora del café, siempre le pedía a mi hermana que le cantara una jotica, a lo que ella se arrancaba a cantar y luego no había quien la parara. Para mi, el día del Pilar siempre ha sido un día de fiesta grande, día de risas y de alegría. 

Este año ha sido totalmente diferente, pero siempre tenemos que ver el lado positivo de la vida. Además como buen aragones, hoy B (el hijo de mi mejor amiga) cumple su primer añito. Ayer le hicimos una fiesta impresionante para celebrar su primer añito y hoy tengo agujetas en todas las partes de mi cuerpo porque estuve todo el día corriendo detrás de él.

Así que después de todo este rollo me despido gritando con orgullo maño... Y QUE VIVA LA VIRGEN DEL PILAR!!!!