Hola a todas!!! Después de una semana de desconexión absoluta vuelvo por estos lares. Esta semana he estado de vacaciones y pese a no haber hecho nada especial he disfrutado como una enana. Cómo ya os conté en la anterior entrada, la noche del sábado al domingo nació Thalia. No os voy a contar lo enamorada que estoy de ella, que me ha cautivado el corazón, que es una gansita y le encanta que le rasquen el pechito, que es adicta a la teta de Morena y a la piedra de sal.... ¡es que me tiene loca, loquita, loca! (No quiero imaginar cómo lo voy a pasar el día que me tenga que separar de ella :( )
Bueno que me enrollo y empiezo a divagar... Recientemente he descubierto un blog de cocina que me encanta. Se llama Cocina para Pobres. No os dejéis llevar por el nombre del blog ya que este nombre se debe a un libro de cocina. Hay muchísima variedad de recetas y esta que os enseño hoy es una receta que yo hacía, mejorada gracias a este blog. Si hay algo que me gusta de un blog de cocina, es cuando encuentro recetas variadas y a parte que se pueden utilizar para el día a día. Me explico, conozco un montón de blogs de cocina que tienen recetas suculentas, pero son recetas que nunca haríamos en casa. O bien porque se necesitan un montón de alimentos diferentes o porque su elaboración es demasiado complicada y costosa para el día a día...
Los ingredientes que necesitamos son:
- Pota
- 2 patatas
- Pimiento rojo y pimiento verde
- Media cebolla
- Tomate frito
- Un vaso de vino blanco
- Pimentón dulce
Ahora vamos con la elaboración del plato, que es muy sencillo y muy muy sabroso:
- Preparamos un sofrito con cebolla picada, el pimiento rojo y el pimiento verde, todo bien picadito.
- Cuando tenemos las verduras casi pochaditas agregamos un poco de tomate frito y dejamos que haga un poco "chup chup".
- Añadimos la pota y mareamos un poco con la cuchara de palo para que la pota se cocine un poco (con cuidadito que puede saltar).
- A continuación añadimos un vaso de vino blanco y otro vaso de agua. Además añadimos un poco de pimentón dulce.
- Dejamos cocinar durante unos 15-20 minutos y añadimos las patatas troceadas.
- Para terminar dejamos cocinar otros 15-20 minutos que es lo que le costará a la patata cocinarse.
Ya tenemos nuestras patatas con pota preparadas para degustar. Esta receta a parte de ser muy sencilla de elaborar es buenísima. A mi me gusta para los meses de invierno, ya que durante los meses de frío me encantan los platos de cuchara.
¿Habéis probado patatas de este tipo? ¿Os gusta?